Todos los martes, el Concejo Deliberante emite su orden del día y la mayoría de los medios, envía cronistas a cubrir la sesión o notas posteriores.
Llamativamente, hemos visto cómo a lo largo de este tiempo de pandemia, las reuniones en el seno del mismo, son de varias personas y sin barbijos muchas veces-o con barbijos que solo tapan la boca-. Sin embargo, a pesar de que cada bloque tiene sus asesores y el Concejo tiene sus empleados asistiendo al trabajo presencial, este martes-luego de conocerse dos casos positivos en un medio de comunicación- el legislativo NO permitió acceda la prensa al lugar.
Las normativas internacionales y nacionales señalan que se debe tomar precauciones, con las medidas que todos conocemos, no discriminar-. El contagio de COVID puede venir por parte de cualquier persona, sintomática o asintomática, por lo tanto, lo único que se debe hacer es cuidarse, no discriminar al sector implicado con casos positivos. El espacio con el que cuenta el Concejo es amplio, por lo que el ingreso de colegas- que nunca son más de 6- cumple con el protocolo establecido por ellos mismos para poder trabajar.
Es lamentable que esto haya ocurrido en Oberá, sin ningún tipo de notificación acerca de la decisión y tomando por sorpresa a los colegas que asistieron como siempre (Nora Salinas y su camarógrafo) a cubrir la sesión del Concejo Deliberante, las autoridades directamente le solicitaron no asista.
Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en su texto “la discriminación y el derecho a la no discriminación”, se entiende por discriminación: “seleccionar excluyendo; esto es, dar un trato de inferioridad a personas o a grupos, a causa de su origen étnico o nacional, religión, edad, género, opiniones, preferencias políticas y sexuales, CONDICIONES DE SALUD, discapacidades, estado civil u otra causa. Cabe señalar que estas causas constituyen los criterios prohibidos de discriminación. Se discrimina cuando, con base en alguna distinción injustificada y arbitraria relacionada con las características de una persona o su pertenencia a algún grupo específico (como alguno de los criterios prohibidos), se realizan actos o conductas que niegan a las personas la igualdad de trato, produciéndoles un daño que puede traducirse en la anulación o restricción del goce de sus derechos humanos. Discriminar quiere decir dar un trato distinto a las personas que en esencia son iguales y gozan de los mismos derechos; ese trato distinto genera una desventaja o restringe un derecho a quien lo recibe”, postularon.
Los legisladores obereños no solo incurren en discriminación hacia el sector de la prensa, sino desconocen el concepto de solidaridad, cuando son los más beneficiados con la difusión de sus posturas y leyes. Realmente lamentable.
MERIDIANO 55